Es responsabilidad del organizador del evento hacer que este sea accesible para discapacitados. Se calcula que hay mil millones de personas en el mundo que tienen algún tipo de discapacidad y estas personas acuden a los eventos.
La tarea es organizar el evento de forma que cumplan con los requisitos técnicos (accesibilidad) y humanos (lenguaje de signos, acompañamiento), con el fin de que los ciegos, paralíticos, sordos y otras personas con capacidades diferentes puedan participar y disfrutar del evento.
Consejos para eventos accesibles
La planificación de un evento con características de accesibilidad para personas con capacidades diferentes supone un desafío, pues se deberán atender a los detalles para que todos puedan movilizarse y desarrollar las actividades.
Para comenzar, se deben tomar en consideración algunos aspectos fundamentales, como:
- El acceso: la colocación de rampas y pasamanos en la entrada para el acceso de las personas que utilizan sillas de ruedas.
- La orientación: que haya una correcta señalización para que se llegue fácilmente a los lugares donde se desarrollarán las diferentes actividades.
- La circulación y seguridad: mejorar la circulación en las vías de acceso a los diferentes sitios sin riesgos para las personas que acudirán al evento.
- La funcionalidad: que todos los servicios puedan ser utilizados por todas las personas sin restricciones.
¿Cómo organizar un evento para personas con capacidades diferentes?
La clave para hacer que un evento sea accesible para todos es comunicarse previamente con los participantes. Esto puede realizarse incluyendo una nota en la invitación, invitando a las personas con discapacidades a contactar para solicitar acomodaciones especiales.
Otro aspecto a tener en cuenta es solicitar a los presentadores que diseñen el programa de acuerdo a una audiencia diversa. Si los participantes lo requieren, se deben hacer copias de los folletos en diferentes formatos, por ejemplo en letra grande o Braille, tener un intérprete de lenguaje de señas, etc.
Por último y no por ello menos importante, las personas que trabajen en el evento deben estar preparadas para mantener una comunicación positiva con los invitados.
Por ejemplo, deben evitar el uso de términos que presentan la discapacidad de forma negativa, como “minusválido” o “invidente”, y utilizar palabras positivas e inclusivas, como “personas con capacidades diferentes” en lugar de “discapacitados”.