En los tiempos que corren, ninguna empresa puede darse el lujo de no contar con un Community Manager para un evento. De hecho, son necesarios para muchas de sus labores sociales. De cara a la preparación o realización de toda actividad, las tareas de este profesional adquieren aún más trascendencia.
Por qué tener un Community Manager para un evento
Primeramente, el Community Manager debe crear y gestionar los perfiles a través de los cuales la empresa dará a conocer el evento, para que se vuelva masivo. Más allá de las particularidades de cada red o plataforma, el profesional deberá reflejar el espíritu de la marca siguiendo ciertos lineamientos generales.
Una vez dado a conocer el evento, el Community Manager deberá ser capaz de atender a la gente en las principales redes sociales. Tratará de captar captar de qué se habla, qué es lo que más y menos les interesa a los participantes o espectadores si los hubiera, qué contenidos son los que se comparten más habitualmente, y muchos otros detalles.
Detectada la información anterior, a continuación es momento de hacer crecer las comunidades que forman parte del evento. Para ello interactuará de forma continua con el público en las distintas plataformas, como eventos, conferencias o encuentros. Al mismo tiempo, no debe dejar de lado las publicaciones, actualizaciones de estado, posts y tweets.
Durante el evento, será fundamental que el Community Manager se muestre capaz de captar cuáles son las principales inquietudes de los asistentes o quienes lo siguen a través de las redes. Ofrecerá todo tipo de información, soluciones o datos que esté buscando el público, y que colabore con la participación, masa o reconocimiento del evento.
Finalizado el mismo, el Community Manager deberá ser capaz de recopilar la información más sustancial que pueda encontrarse en las redes sociales respecto del evento, como las primeras impresiones de los asistentes, críticas, objetivos planteados para encuentros siguientes, etc.