¿Sabías que el neuromarketing consiste en la aplicación de la neurociencia al marketing? Así pues, se ocupa de investigar el comportamiento del consumidor, analizarlo y tratar de ofrecer soluciones solventes a lo que el usuario desea. Pero, ¿es capaz de entrar en tu mente?
Cómo funciona el neuromarketing
Como hemos dicho, el neuromarketing estudia el comportamiento del consumidor. Para ello, investiga los procesos mentales que sufre un individuo cuando su cerebro recibe estímulos del exterior.
Así pues, investiga la percepción auditiva, visual a incluso el tacto de un individuo. ¿Para qué? Para saber qué motivaciones le mueven y qué emociones le provocan.
De esta forma, nos encontramos ante una estrategia usada por las marcas para mejorar su posicionamiento, el diseño de sus productos, los precios, el targeting y branding, los canales de venta, etc.
Cómo descubrir el neuromarketing
Lo cierto es que esta técnica de marketing está hoy en día por todas partes. Tal vez pienses que a ti no te afecta, pero ten por seguro que eso no es así. Cada vez que entramos en una web, en las redes sociales o hacemos una compra, estamos siendo parte de un gigantesco experimento que las marcas usan para saber cómo pensamos y qué queremos.
Piensa por ejemplo en el carro de la compra cuando vas al supermercado. Cuanto más grande es, más tiendes a llenarlo. Y si notas que sus ruedas giran constantemente, en realidad te impulsan hacia las estanterías llenas de productos.
También la posición de todo en los supermercados, establecimientos e incluso páginas webs están pensadas para que compres ciertos productos. Es posible que los más básicos sean difíciles de encontrar, así tienes que hacer un largo recorrido hasta dar con ellos. Y por el camino, seguro que ya has adquirido algo más, ¿verdad? Ya ves que nada es aleatorio.
Puede que no nos guste, pero estamos expuestos a miles de estímulos a diario. El neuromarketing es parte importante de ello, pues muchos están pensados para que consumamos más.